Puede parecer que el hecho de que un niño "se chupe el dedo" no tenga mayor importancia....pero sí que la tiene, y mucho. Con este hecho, cuando el niño ya comienza a tener dientes, los va deformando con la presión que ejerce el pulgar sobre ellos, hasta ocasionar una maloclusión dental y paladar ojival, y posteriores problemas articulatorios. También puede ocurrir con el uso prolongado del chupete, y por ello se recomienda un uso moderado.
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